Hay tantas definiciones de Arte como personas habitan el mundo. Cada una de ellas tiene su peculiar visión de las cosas. Hay objetos, llamados obras de arte, que pasan inadvertidos a nuestros sentidos. Y otros, en cambio, nos reclaman la atención. Esto último fue lo que me pasó hace unos días cuando visité la exposición que, hasta finales de octubre de 2008, tiene en una galería de arte de Madrid el artista dominicano Jorge Pineda.
Sus cuadros sobre la Caperucita Roja de Charles Perrault son llamativos y, en cierta medida, algo provocativos. Una de ellas, que se puede apreciar más arriba, en estas fotografías de Juan Luis Jaén, nos invita a pensar qué sería de este personaje mítico de los cuentos infantiles si en lugar de una niña hubiera sido un chico.
También es visualmente atractivo el conjunto escultórico que recuerda al personaje Mambrú. Pineda, mediante nueve niños en posición de formación militar, nos recuerda el drama que están pasando actualmente miles de menores en Iberoamérica y en otras muchas partes del mundo. Pinocho está representado mediante una escultura.
Este artista dominicano está considerado por los críticos como uno de los principales exponentes del arte latinoamericano actual. Merece la pena conocer estos días su obra en la Galería Raquel Ponce (C/Alameda, 5. Madrid).