Menudo lumbrera debe ser el que escribió el discurso que el presidente del Gobierno de España, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, pronunció el 23 de junio de 2009 ante la Asamblea Nacional de Togo, país que ese día abolió la pena de muerte.
Está muy bien esa abolición y el hecho de que el presidente del Gobierno aprovechara esa ocasión para denunciar el tráfico de esclavos, pasado y presente. Pero se equivocó rotundamente cuando condenó ese tráfico hacia la "América española".
Dudo mucho que si este político supiera algo de Historia no habría pronunciado esas palabras, porque está demostrado que España nunca tuvo presencia física en esa parte del continente africano y porque ese tráfico -condenable a todas luces- estuvo liderado por los ingleses y por los holandeses.
"Aunque queden muy lejos en la Historia -dijo-, algunas páginas tan poco edificantes como el traslado y la explotación de hombres y mujeres africanos a la América española siguen presentes en la conciencia de los españoles"..... Uffffffffffff.... Menuda frase para enmarcar. También comentó que no sólo se atentaba así contra la dignidad de las personas sino que fue además una forma más de impedir o de retrasar el desarrollo económico más elemental de estos pueblos. Correcto, pero se olvidó de que España no tuvo nada que ver en eso.
España, como país conquistador que fue durante cuatro siglos, cosechó fracasos y éxitos en sus campañas, pero nunca tuvo participación en el comercio de esclavos negros hacia América. La Historia, escrita siempre por los vencedores, nos habla de militares que realizaron grandes proezas, cuando en algunos casos eran auténticos tiranos que no cumplían las órdenes reales que recibían de España. Pero eso será asunto a tratar en otro artículo. Cero patatero a Zapatero en Historia.