La española Pilar Coll Torrente, de 79 años, ha sido distinguida esta semana con la medalla anual de la Defensoría del Pueblo de Perú por su trabajo durante los últimos treinta años en favor de los presos peruanos y por su constante lucha y sacrificio en pro de los Derechos Humanos.
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Esta misionera laica nació en Aragón y en 1967 se desplazó a este país andino, donde ha desarrollado todo su trabajo humanitario. Ahora el Gobierno peruano ha decidido concederle esta máxima distinción, que en ediciones anteriores recibieron la religiosa asturiana María Estrella del Carmen Valcárcel (conocida en ese país como la Madre Covadonga), el sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez (autor de la 'Teología de la Liberación') y el escritor también peruano Mario Vargas Llosa.
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Todo un ejemplo en favor de los más necesitados.
