HONDURAS.- Cuando la política separa a las personas

TEGUCIGALPA (Miguel Ángel Gutiérrez/Reuters) - Al calor de una discusión sobre política, un hombre asesinó a balazos a su cuñado en Honduras, un episodio que muestra la división en el país y en las propias familias entre los que apoyan al Gobierno de facto y quienes respaldan al depuesto presidente Manuel Zelaya.

Semanas después del golpe contra Zelaya a fines de junio, en una vecindad en el sur de Honduras, Humberto Almendárez, seguidor del depuesto mandatario, sacó enfurecido su pistola y gatilló contra su pariente político cuando criticaba a Zelaya.

La víctima, un agricultor, trató de defenderse con un machete antes de desplomarse. El asesino intentó escapar, pero fue capturado por la policía. Por fortuna, no todas las discusiones terminan así en Honduras, pero es común que viejas amistades hayan dejado de frecuentarse y hasta hayan llegado a trenzarse a golpes. Muchos incluso prefieren dejar de ir a fiestas de cumpleaños para evitar a familiares con los que podrían tener un entredicho.

Desde que el 28 de junio un grupo de militares sacó al presidente Manuel Zelaya de su casa a punta de pistola y poco después un Gobierno de facto tomó el poder, el profesor René Canales, que dice haber sido siempre un hombre tranquilo, se transformó. Ahora cuando discute sobre preferencias políticas suele ponerse violento.

"A los golpes hasta ahora no he llegado, pero una vez cuando le grité a un amigo que era de los golpistas en una cafetería, tomé una silla. Si se me venía encima lo regresaba con un sillazo", dijo Canales, de 62 años, que admitió que sus arranques le trajeron problemas laborales y con la familia. Algunos, como Canales, creen que era una buena idea la de Zelaya de hacer una consulta sobre posibles cambios a la Constitución para permitir una reelección presidencial.

Ese intento de referéndum detonó el golpe, porque sus opositores en Honduras aseguraron que el mandatario trataba de emular los pasos de su aliado izquierdista, el presidente venezolano Hugo Chávez, para seguir en el poder. Después del golpe, asumió la presidencia de facto Roberto Micheletti, un empresario que es un viejo rival de Zelaya a pesar de que militan en el mismo partido político.

AMIGOS DE TODA LA VIDA
En calles de Tegucigalpa y otras ciudades del país, se ve a personas conversando o discutiendo en medio de un tenso clima político marcado por la compleja situación de tener en el país a dos líderes, uno de facto y el otro depuesto. Ocasionalmente se escuchan historias de amigos de toda la vida que han preferido distanciarse temporalmente hasta que se resuelva la crisis política por tener una posición encontrada. "Hay que valorar entre la amistad, que dura toda una vida y exponer mi punto de vista", dijo Canales.

Las diferencias aumentaron cuando Zelaya, al que sus adversarios pretenden juzgar por violar supuestamente la Constitución y acusaciones de corrupción, regresó al país clandestinamente hace dos semanas y media y se refugió en la embajada brasileña, que está rodeada de militares.

El psiquiatra Javier Uclés dijo que por la crisis política ha recibido en su consultorio en Tegucigalpa a matrimonios de hondureños que hasta se han separado por sus diferencias políticas. "Es un problema serio, inmenso, que está dañando la unidad de las familias en Honduras. Yo conozco varios casos que he manejado en mi clínica, en las que parejas se han separado y otras están en proceso de separación debido a las diferencias de opinión por este conflicto político", dijo Uclés. "Hay familias donde los cónyuges duermen en habitaciones separadas, donde padres e hijos no se hablan. Donde hermanos o familiares han terminado dándose de golpes", agregó (artículo leído en la prensa digital en octubre de 2009).