ACTUALIDAD.- Cómo se hace el ridículo desde un gobierno

Lo vivido esta semana en España con la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, de 31 años, no tiene explicación posible si alguno la busca fuera del esperpento y del más sublime de los ridículos... Resulta que el lunes, durante una comparecencia parlamentaria, usó la palabra "miembra" para dirigirse a las mujeres que formaban su Comisión, y se quedó tan ancha.

Luego, al comprobar el revuelo suscitado con su intervención, dijo que no entendía el lío armado y que otros términos, como 'guay' o 'fistro', fueron aceptados en su día por la Real Academia de la Lengua.

Pero no quedó ahí la cosa... La ministra, en su explicación posterior, añadió que el término "miembra" es muy utilizado en Iberoamérica y pidió que los académicos lo incluyan en el diccionario, al tiempo que señaló que detrás de las críticas que había recibido figuraba "una cuestión de género", puesto que en la citada Academia sólo hay tres mujeres... Esto es lo que generalmente se entiende como "mezclar churras y merinas".

La respuesta oficial le llegó por parte del académico de la Lengua Gregorio Salvador, quien dejó claro que el término "miembra" es incorrecto en la lengua española... Además de sentir vergüenza ajena por este episodio, también siento mucho que esta entrada aparezca en mi blog tras una referencia al filósofo y ensayista José Ortega y Gasset, pero así es a veces la vida...